Las alergias oculares relacionadas con el uso de lentes de contacto suelen manifestarse con síntomas como picazón, enrojecimiento, ardor y sensación de sequedad en los ojos. Estas molestias no solo son incómodas, sino que también pueden afectar la calidad de vida y la visión si no se tratan a tiempo.
Por eso, es fundamental seguir una rutina de limpieza y mantenimiento adecuada. En este artículo, te explicamos cómo cuidar tus lentes de contacto correctamente para prevenir reacciones alérgicas y mantener tus ojos saludables.
El uso de lentes de contacto puede desencadenar alergias o molestias por diversas razones:
Sabiendo esto, es fundamental adoptar buenos hábitos de higiene para minimizar estos riesgos y disfrutar de una experiencia cómoda y segura con tus lentes de contacto.
Si usas lentes de contacto, seguir una rutina de higiene y cuidado adecuada es clave para prevenir problemas oculares. Aquí te ofrecemos una guía detallada para mantener tus lentes en óptimas condiciones y proteger tus ojos.
Cada vez que te pongas o te quites los lentes de contacto, asegúrate de lavar tus manos con agua y jabón neutro. Este paso es fundamental, ya que las manos son una de las principales fuentes de contaminación.
Después de lavarlas, sécalas con una toalla que no suelte pelusas para evitar que partículas se adhieran a los lentes. Este simple hábito previene la contaminación de los lentes con bacterias y partículas que podrían causar alergias o infecciones.
No todos los líquidos de limpieza son iguales. Es crucial utilizar soluciones desinfectantes recomendadas por tu optometrista y evitar el uso de agua del grifo o saliva para limpiar tus lentes. El agua puede contener microorganismos que causan infecciones oculares graves, como la queratitis por Acanthamoeba.
Además, algunas soluciones contienen conservantes que pueden irritar los ojos sensibles. Si tienes tendencia a alergias, consulta con tu especialista sobre soluciones sin conservantes, que son más suaves y adecuadas para ojos delicados.
La limpieza diaria de tus lentes es esencial para mantenerlos libres de residuos y microorganismos. Después de cada uso, sigue estos pasos: coloca el lente en la palma de tu mano, aplica unas gotas de solución limpiadora y frótalo suavemente con la yema del dedo durante unos segundos. Luego, enjuágalo con más solución y colócalo en el estuche con líquido fresco.
Nunca reutilices el líquido del estuche, ya que esto puede favorecer la acumulación de bacterias. Este proceso elimina residuos de proteínas y microorganismos que pueden causar molestias o alergias.
El estuche de los lentes de contacto puede convertirse en un foco de bacterias si no se limpia adecuadamente. Para evitarlo, lávalo con solución desinfectante (nunca con agua del grifo) y déjalo secar al aire boca abajo sobre un pañuelo limpio.
Además, es recomendable cambiar el estuche cada tres meses o antes si notas suciedad o desgaste. Un estuche limpio y en buen estado es fundamental para mantener la higiene de tus lentes.
Cada tipo de lente de contacto tiene un tiempo de uso específico. Las lentes diarias deben desecharse después de un solo uso, mientras que las quincenales o mensuales requieren limpieza diaria. Las lentes anuales, por su parte, pueden durar hasta un año, pero necesitan un mantenimiento riguroso.
Usar los lentes más tiempo del indicado aumenta el riesgo de infecciones y alergias, ya que con el tiempo acumulan depósitos y pierden permeabilidad al oxígeno.
Dormir con lentes de contacto aumenta el riesgo de infecciones, ya que reduce la oxigenación de la córnea. A menos que uses lentes específicamente diseñadas para uso prolongado, es importante quitártelas antes de dormir. Incluso en el caso de lentes para uso prolongado, es recomendable consultar con tu optometrista para asegurarte de que sean adecuadas para ti.
Si eres propenso a las alergias, es importante tomar precauciones adicionales. Evita frotarte los ojos mientras usas lentes de contacto, ya que esto puede introducir partículas y empeorar la irritación. Usa gafas de sol en días de mucho viento o cuando haya alta concentración de polen para proteger tus ojos.
Además, limpia regularmente tus lentes y estuche para evitar la acumulación de partículas.
Si experimentas síntomas persistentes como picazón, enrojecimiento, sequedad o visión borrosa, es recomendable acudir a un optometrista. Estos síntomas podrían indicar una reacción alérgica o una infección.
Un especialista podrá evaluar si necesitas cambiar el tipo de lentes o la solución de limpieza que estás utilizando.
También es importante estar atento a señales de alerta como ojos rojos e irritados de forma constante, sensación de arenilla o cuerpo extraño en los ojos, secreción ocular o lagrimeo excesivo, y sensibilidad extrema a la luz.
Usar lentes de contacto es una opción cómoda y eficaz para corregir la visión, pero su mantenimiento adecuado es clave para evitar alergias e infecciones. Siguiendo una rutina de limpieza y cuidado, puedes disfrutar de la comodidad de los lentes sin preocuparte por molestias o irritaciones.
En Opticalia Zaben, con ópticas en Olot, Roses y Figueres, contamos con especialistas en salud visual que pueden asesorarte sobre el mejor tipo de lentes de contacto según tu estilo de vida y necesidades. Si tienes dudas o has experimentado molestias, visítanos y te ayudaremos a encontrar la mejor solución.
American Optometric Association – Contact Lens Care and Safety
https://www.aoa.org/healthy-eyes/caring-for-your-eyes/contact-lens-safety
National Eye Institute – How to Care for Contact Lenses
https://www.nei.nih.gov/learn-about-eye-health/healthy-vision/contact-lens-safety